Dimensiones del acompañamiento vocacional

Modelo para el acompañamiento vocacional en enseñanza media:

Como una forma de abrir el diálogo con cada comunidad educativa, el equipo PACE PEM presenta un modelo base de acompañamiento vocacional que define las dimensiones básicas que deben estar presentes para un acompañamiento vocacional integral.

El modelo considera un proceso en donde la elección de una trayectoria postsecundaria se plantea como dinámica y en constante reformulación y/o reafirmación, situando a  los jóvenes como agentes activos constructores de dicho proyecto, que se nutre en la constante interacción con su entorno. En este sentido se entiende que  los estudiantes transitan en múltiples espacios y asumen diferentes roles dentro de su contexto próximo, el cual ejerce gran influencia en la conformación de un proyecto personal.

Este modelo considera en primer lugar la temporalidad del acompañamiento  en los dos últimos años de enseñanza media, un momento crítico para las decisiones vocacionales que los estudiantes afrontarán de diferente manera según el desarrollo de su madurez vocacional. Esta definición es clave para comprender en que momento de su proceso vital y académico es que se vinculan con el programa. Los pilares del acompañamiento son el fortalecimiento de habilidades socioemocionales (autoconocimiento, autoestima, motivación)  y el acceso a la información actualizada y pertinente a su contexto respecto a oportunidades de formación académica, junto con dispositivos experienciales que le permitan ampliar sus expectativas postsecundarias.

Se espera que los estudiantes puedan desarrollar mediante este acompañamiento un conjunto de habilidades socioemocionales y conocimientos que les permita definir una trayectoria postsecundaria, definiéndose como principales: El autoconocimiento (principalmente en 3° medio), la exploración del entorno y conciencia de oportunidades y la toma de decisiones y aprendizaje de transición (habilidades para adaptarse a la vida postsecundaria).

      El modelo toma en cuenta y valora que el proceso de acompañamiento se desarrolle considerando que lo/as estudiantes se encuentran insertos en territorios con características sociales, culturales y educativas particulares, con elementos comunes como diferenciadores entre cada establecimiento que se expresa en los diferentes proyectos educativos. Será clave analizar estas características territoriales para realizar un acompañamiento pertinente y contextualizado.

Este proceso debe tener como soporte el acompañamiento familiar, por lo que se considera acciones dirigidas a padres, madres y apoderados y, por otro lado, las acciones de los equipos de orientación de cada establecimiento, para el cual también se proponen acciones específicas que permitan fortalecer su labor.


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